EL PLANETA Y TODOS LOS SERES ESTAMOS EN PROCESO DE ASCENSIÓN
El planeta y todos los seres que en él viven están en proceso de
ascensión. Este proceso comenzó hace miles de años y se ha acelerado
mucho los últimos tiempos.
La ascensión es básicamente un cambio de frecuencia y un cambio de foco de la conciencia.
Nuestro cuerpo físico, las emociones, los pensamientos y el espíritu,
todo, está hecho de energía, combinándose de una manera tal, que nos
convierte en un ser único, en todo el universo. Debido a que la energía
que somos tiene una frecuencia, nosotros la podemos cambiar.
Eso es la ascensión. A medida que elevamos la frecuencia más baja de
nuestro cuerpo físico, este se vuelve menos denso e incorpora
gradualmente energía de frecuencias más elevadas. A medida que lo hace,
verás cosas y pensarás cosas que no te eran posibles antes. Literalmente
te convertirás en un ser de la quinta dimensión, operarás en la quinta
dimensión y trabajarás con seres de la quinta dimensión. Las frecuencias
más bajas, las del miedo y de la limitación, se derrumbarán y vivirás
en un estado que denominarías de éxtasis, en unicidad con tu espíritu y
con el espíritu de todos los demás. Eso es la ascensión.
Nuestro planeta y todas las especies de vida en él, estamos en el
proceso de ascensión. Ascensión significa que todas las formas de vida
de primera y segunda dimensión pasarán a formas de vida de tercera
dimensión. Los humanos, o formas de vida tridimensionales nos
graduaremos ya sea para el mundo de la cuarta dimensión, o, al de unidad
de la quinta dimensión. Esto dependerá de nuestro nivel de evolución y
de nuestra intención. La ascensión está ocurriendo ahora, paso a paso, y
continuará de una u otra forma, ya que esa es la voluntad del Todo.
La ascensión no significa la existencia como espíritu en mundos
celestiales: la ascensión es también física. El proceso cambia el cuerpo
físico al unificar en un solo ser el cuerpo y el espíritu: Este ser es
un ser perfecto de luz, en un cuerpo físico de luz.
Aquí se
hace necesario incluir información sobre la evolución de nuestro Cuerpo
de Luz. Primeramente, debemos entender este proceso a nivel personal.
Este nivel se refiere a como el Cuerpo de Luz nos afectará física,
emocional y mentalmente. Más tarde veremos sobre como afectará las
estructuras de la sociedad.
El aspecto más importante y
emocionante del Cuerpo de Luz, es que este proceso de ascensión
transforma nuestra envoltura física en un vehículo apropiado para unirse
completamente con nuestro Ser Superior. Esta unión es creada por una
serie de descensos del Espíritu, los cuales están programados de acuerdo
a la cantidad de Luz que somos capaces de mantener en nuestras células
lo cual ocasiona que a mayor cantidad de Luz en nuestro cuerpo físico,
menor será la densidad del cuerpo.
Hacia el final del proceso
de conformación de nuestro Cuerpo de Luz, justo antes de la ascensión,
nos uniremos completamente con nuestro Ser Superior. A medida que el
Espíritu desciende, todas las áreas del alma y del espíritu de nuestro
Cuerpo de Luz se integran a nuestro físico y cuenta con un mecanismo
especial en cada capa, para atraer hacia nosotros todas las experiencias
humanas que nos restan para ayudarnos a progresar.
Cada
nivel más alto del Cuerpo de Luz, ahonda aún mucho más en los temas
humanos que la capa anterior. Esto es para ayudarnos a limpiarnos
mental, emocional, física, y espiritualmente. A medida que los problemas
aparecen, tenemos la elección de permitir que la redención de Cristo
nos los transmute, o para auto limpiarnos.
Existe un espacio
vacío al final de cada nivel del Cuerpo de Luz el cual se llama “la
muerte del ego”, y puede manifestarse como una depresión, o un
sentimiento de vacío. Este espacio vacío debe ser usado como una parada
de descanso antes de continuar con nuestro viaje. Este vacío es un lugar
energético donde no existe nada, y donde podemos reconstruirnos sobre
nuevas bases antes de movernos al próximo nivel. El vacío es una cámara
de integración, donde podemos descansar y formar la hermosa mariposa que
seremos en la próxima etapa.
Las primeras seis capas del
Cuerpo de Luz fueron estructuradas para un cambio gradual en todos los
niveles, con despertares espirituales regulares acompañados con los
cambios físicos, mentales y emocionales. A partir del séptimo al décimo
nivel del Cuerpo de Luz, el proceso cambia y se focaliza en un área de
nuestra experiencia.
Por ejemplo, en el séptimo nivel la
mayoría de nosotros experimentamos el primer descenso del espíritu, y un
despertar espiritual muy notable. Con el despertar puede que hayamos
manifestado clarividencia, clariaudiencia, o conciencia kinestesica de
la energia. Estoy hablando de este nivel en pasado, puesto que en la
actualidad el planeta está pasando al noveno nivel. El estar a un nivel
vibratorio más bajo que el del planeta donde se está, es una experiencia
muy dolorosa para aquellos que están bajo el octavo nivel.
Si estuviésemos en los niveles inferiores, no tendríamos interés por
ejemplo, por leer sobre temas espirituales. El octavo nivel del Cuerpo
de Luz produce cambios extremos en el cuerpo. Son muy comunes los
síntomas similares a cuadros virales. Durante este nivel, podríamos
manifestar, por ejemplo, resfríos recurrentes, dolores de cabeza (detrás
de los ojos) debido a que los canales para la luz del nervio óptico se
conectan, activándose la glándula pineal, dolor de oídos debido a que
las estructuras de los oídos se conectan para decodificar las
transmisiones de luz; o exceso de transpiración o diarrea a medida que
las células de nuestro cuerpo pierden densidad.
Una razón
para estos cambios es que estamos agregando una tercera banda a nuestro
ADN. Para algunos, el cuerpo puede poner resistencia a la pérdida de
densidad debido al descenso del espíritu, siendo un síntoma de esa
resistencia el aumento de peso. Los cuerpos humanos tienen la tendencia a
tratar de poner un freno al descenso, engordando para poder contener la
masa espiritual que les está llegando. El ejercicio físico es la única
forma de parar el aumento de peso una vez que este ha comenzado. La
creación de músculo protegerá tu sistema nervioso, pues las energías que
llegan con cada descenso son mucho más fuertes a lo que tu sistema
nervioso está acostumbrado. Los tejidos adiposos no pueden proteger el
sistema nervioso como lo hacen los músculos. Los tejidos adiposos
“freirán” estas energías a medida que llegan, dañando los receptores de
insulina de las células lo cual desequilibra el metabolismo produciendo
finalmente aumento de peso. La masa de músculos formada con el ejercicio
tomará las energías sobrantes del sistema nervioso, convenciendo a la
conciencia del cuerpo de que es lo suficiente grande para contener el
espíritu.
También podemos empezar a ver en nuestra pantalla
interior, flashes de colores, ecuaciones geométricas o escuchar un
zumbido. Este es el comienzo de la traducción que te permitirá convertir
los códigos de luz en comprensión cognitiva.
La Red de
Conciencia Crística alrededor del planeta transmite constantemente
mensajes a las formas de vida encarnadas en el en un lenguaje de códigos
lumínicos. Esta información debe ser decodificada o convertida en
pensamiento consciente para que la podamos entender y usar en nuestra
vida. Estos mensajes están diseñados para entregar instrucción y para
explicar lo que está ocurriendo energéticamente en las frecuencias
dimensionales más altas.
Si somos sensitivos, es posible que
podamos escuchar un zumbido, si lo hacemos debemos comunicárselo a
nuestros guías. Ellos están tratando de ayudarnos a recibir las
transmisiones de códigos de luz, pero no pueden verificar si ya los
hemos recibido a menos que se lo hagamos saber. Nuestros guías tratarán
de ayudarnos subiendo el volumen y la frecuencia del código de luz
audible hasta que vean una respuesta nuestra. El código de luz como
zumbido puede ser muy molesto e incluso, físicamente. Si estás
experimentando este síntoma, pídele a tus guías que bajen el volumen y
que calibren la energía para que no te irrite o debilite. Los cambios
del octavo nivel pueden tomar hasta dos años en un humano. Ha tomado
tres años para el planeta.
El noveno nivel es acerca de
integrar en nuestra vida física los cambios espirituales desde el
séptimo nivel y los cambios físicos del octavo nivel. En el noveno
nivel, las relaciones son el foco, puesto que es a través de ellas que
ponemos a prueba los cambios que han ocurrido dentro de nosotros.
Podremos sentir que cualquier relación basada en el control o
manipulación se torna intolerable, por lo cual muchas relaciones
terminan durante esta fase. También podremos sentir que nuestro trabajo
en el mundo cambia a medida que integra nuestra nueva identidad.
El vacío del noveno Cuerpo de Luz puede ser muy doloroso, puesto que
después de tanto focalizarse en relaciones, se requiere finalmente que
estemos solos con nosotros mismos con nuestro Ser Interior, que es la
relación más importante que tenemos. El noveno nivel termina (y algunas
veces comienza) con masivos descensos, entregándonos aún a otra
relación, repitiendo el proceso hasta que finalmente “aprobemos el
examen” y nos liberemos.
Al Comienzo del décimo nivel la vida se siente nueva, y sentimos haber nacido nuevamente.
El décimo nivel es el comienzo del despertar espiritual que nos
llevará a la maestría de las habilidades propias de los maestros y
adeptos. Estas habilidades, de regalos del espíritu, se harán más
fuertes a medida que nos despejamos energéticamente. En el décimo nivel,
nos focalizaremos en manifestar estos regalos espirituales, para luego
integrarlos en nuestra vida física diaria. Nuestro regalo espiritual más
grande será el primero en manifestarse en el décimo nivel, y los
regalos restantes se manifestarán después en forma gradual. Si somos
clarividentes, por ejemplo, deberemos tomar decisiones de acuerdo a lo
que percibimos como clarividentes, y no a través del físico. La
clarividencia dominará literalmente nuestra vista física en el décimo
nivel, si elegimos apoyar nuestras percepciones en el sentido físico de
la vista y no en el espiritual, podríamos tropezar varias veces.
Eventualmente, aprenderemos como procesar este tipo de visión.
El proceso de despejarse, se trata de liberarse de la energía
bloqueada en el cuerpo emocional y mental, y reubicando esa energía en
el cuerpo espiritual donde puede usarse, y a través de la cual se crean
los milagros.
La única diferencia entre un avatar y el hombre
ordinario es la ubicación de la energía dentro de los cuerpos de
energía. Un hombre ordinario tiene toda su energía bloqueada en
emociones y memorias guardadas en el cuerpo emocional, y en las
creencias y pensamientos guardados en el cuerpo mental. El hombre
ordinario tiene un cuerpo espiritual plano, debido a que no le queda
energía debido a las demandas de las emociones y pensamientos. Un avatar
tiene cuerpos emocionales y mentales despejados. Toda la energía dentro
del cuerpo sutil de un avatar se guarda en el cuerpo espiritual. Para
un maestro, la energía asociada con la emoción fluye al cuerpo emocional
desde el cuerpo espiritual en el momento, y es liberada al cuerpo
espiritual una vez que el estímulo emocional finaliza.
La
energía asociada a un pensamiento fluye desde el cuerpo espiritual al
cuerpo mental, y entonces es liberada al cuerpo espiritual una vez que
el pensamiento es completado. Esto deja libre a la energía espiritual de
un Avatar, para ser usada de acuerdo a su voluntad, dado que no es
consumida por pensamientos, creencias, emociones y memorias. Esta es la
estructura energética que todos nosotros debemos crear en nuestros
cuerpos de energía durante los décimos y undécimos niveles del Cuerpo de
Luz. Esto nos permitirá hacer milagros tales como manifestar el
pensamiento en realidad física.
El undécimo nivel del Cuerpo
de Luz es una progresión natural desde el décimo, y muchas veces esta
transición es tan fácil, que ni se nota. Las habilidades espirituales
continúan creciendo y el cuerpo físico empieza a cambiar en apariencia.
Nuestro cuerpo físico se hace luminoso, y se ve muy hermoso. Tendremos
amigos y conocidos que nos dirán que nos vemos más jóvenes, o incluso,
que hemos cambiado de una forma que no se puede definir. El undécimo
nivel trae niveles más profundos de procesamiento de nuestros problemas
emocionales. En este nivel debemos enfrentarnos a todas nuestras
creencias y formas de pensamiento sobre la muerte y la pérdida. Podemos
crear desilusión, o incluso encontrarnos creando nuestros miedos más
ocultos en nuestra vida física de tal forma que al experimentarlos, los
podamos limpiar. Cualquier energía guardada en el cuerpo emocional o
mental después de haber completado el décimo nivel, debe ser liberada al
cuerpo espiritual en el undécimo nivel. Si no resolvemos estos
problemas en el décimo nivel, los manifestaremos en nuestra vida en el
undécimo nivel. Pero, realmente no tenemos que temer a nada más que al
miedo mismo cuando estemos en el undécimo nivel.
El duodécimo
nivel del Cuerpo de Luz es la Ascensión. Está marcada con el movimiento
del Merkabah al centro del corazón de nuestro cuerpo. La forma más
fácil de definir el Merkabah, es como una bola dorada de Luz. Es nuestro
vehículo de ascensión, y se produce una iniciación cuando se activa.
Ese evento es el comienzo de nuestra ascensión personal al mundo de
unidad de la quinta dimensión.
LA ascensión puede ocurrir a
nivel individual, a nivel de grupo, o puede ocurrir como una experiencia
colectiva. Ascenderemos cuando estemos listos, ya sea solos, o como
parte de un grupo, o como parte de un cambio planetario a venir. En todo
caso no existe un solo período para la ascensión. A nivel individual
hay ascensiones ocurriendo cada día.
¡Prepárate para la tuya!
Un abrazo de Luz
Antonio Chaman
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jueves, 28 de noviembre de 2013
“ALAS DE FUEGO”
Alma hermana,
hoy pensé magnetizar estas palabras, con amor y luz, cuando ingresen por tus
bellos ojos sabrás que llegan para mover e iluminar tu espíritu y reavivar la
llama de tu pasión por el servicio. Despierta alma hermana, vinimos con un
propósito el de propagar ánimo y
confianza en los momentos de crisis. Tu corazón es el motor y por tus venas
fluye la energía de una estirpe relumbrante de una herencia divina. Tú destino
y el mío está al servicio de un reino inmaculado, en donde no se oculta el Sol,
donde solo hay Luz.
Te fueron dadas
alas para que puedas contar con una fuerza adicional, que te permite
desplegarlas y sobrevolar el dolor, la tristeza, la confusión, el desconsuelo, sabes cuando?
Sí en esos mágicos momentos que hasta ahora los llamabas “soledad”. Sirven para
que no tropieces con la desorientación y el sufrimiento y sobre todo puedas
asistir a quienes necesiten una cuota adicional de fe y optimismo. Sí, te
comprendo…Sé que aún no puedes verlas, pero eso no significa que no las tengas.
Alma hermana, solo recordá que ellas se sacrificaron para poder habitar en el
cuerpo que ocupas, tus alas son internas, solo piensa en la forma en que te
sientes cuando respiras profundo. Se despliegan cuando abrís tu corazón, de par
en par, hacia la luz y solo puedes pensar en tu amor inconmensurable por tu
otro yo.
Se fiel a tu
naturaleza interna. No dejes que cierren tu corazón. Mantenlo siempre abierto y
vibrante, es la puerta hacia un mundo humano divinos colmados de amor por
servir.
Los límites no
existen. Sólo hay que animarse a volar despierto y estar dispuesto al servicio,
con lo máximo de nuestra destreza, para llevar a la Tierra al punto de unión
con el Cielo. Vinimos en servicio a unir Tierra y Cielo. Somos protagonistas
activadores del cambio que ya se siente. Nuestra naturaleza es incondicional a
la pureza de la luz y el amor.
Tus ojos dieron paso a estas letras que
formaron palabras y las palabras oraciones, y llegan al centro de tu esencia
luminosa. Allí aguardarán el momento indicado para infundirte aliento. Ya
sabes, de ahora en adelante, si en algún momento advertís que tus fuerzas se
agotan, este breve y simple mensaje vendrá a tu encuentro con la inconfundible
familiaridad de la vos esta alma hermana, “vamos, volemos bien alto en la
majestuosidad del espíritu”.
Alma hermana te abrazo con amor
inconmensurable!!!
Puedes cambiar tus vestiduras, pero el alma será siempre tu espejo,
procura que la luz interna ilumine lo externo
LA LUZ
ES LUZ - SIN MATICES DE BLANCO O NEGRO
miércoles, 27 de noviembre de 2013
El trabajo interior
Que tu oración sea transformante y cuando el sol
brille en lo alto tu SER despierte a una nueva vida!!! Abrazo eterno alma
hermana!!!
El trabajo interior
es un medio para llegar a descubrir por vía experimental la naturaleza
espiritual, la realidad interior, y vivirla, convertirla en experiencia viva,
logrando que la espiritualidad, la realización espiritual, no sea sólo una
creencia, una cosa puramente teórica, sino que sea una realidad viva, algo
vivido experimentalmente.
Nuestra realidad
interior necesita de otras capacidades mentales que no son el pensamiento.
Necesita de nuestra lucidez, de nuestro intelecto, pero no de nuestra
capacidad de razonar, la cual es una de las capacidades elementales de nuestra
mente. Pero como en la vida diaria no utilizamos más que esta capacidad,
queremos utilizar esta misma capacidad para resolver problemas interiores y
para ahondar en nosotros mismos. De esta manera la mente se convierte en
problema, en un nuevo obstáculo, cuando tratamos de descubrir de un modo más
directo qué es nuestra esencia, nuestra realidad, nuestras fuerzas
vivas. Pero a pesar de esto, la mente es el medio, la mente es camino.
Existen diferentes
modalidades sobre el trabajo interior, y una de ellas es “la oración”, el trabajo interior puede tener otras aplicaciones
fuera del terreno religioso o espiritual.
La oración es una verdadera técnica transformante,
- cuando se aprende a hacer de una manera total,
sincera, incondicional, espontánea, sin un reglamento
estricto;
- cuando la oración es una apertura, aquí y ahora,
de todo yo a esa realidad que intuyo alrededor y dentro de mí, que es Dios;
- cuando yo me abro, y me abro sin cálculos, sin
censuras, cuando exploto expresándome todo yo hacia
Dios.
Es esa oración a la
que uno va sin ningún tipo de preparación, sin ninguna idea previa, sino
simplemente valorando el hecho de situarse ante esa realidad que es Dios, y
aprendo a comunicarme, a abrirme, aprendo constantemente a ser más sincero, más
espontáneo, más total, y a decir todo lo que a mí me preocupa, todo lo que en
mí está viviendo, sea lo que sea, sin obligarme a utilizar una actitud
formalista o de persona que quiere ser muy buena.
La oración exige
una sinceridad total e incondicional y requiere el esfuerzo de descubrir en
cada momento lo que es realmente vivo, lo que es real en mí.
¿Cómo soy yo cuando me quedo sin papeles, cuando me
quedo sin personajes que representar?
¿cómo soy yo,
desnudo, auténticamente desnudo por dentro? ¿yo en mí mismo?
Esta oración es transformante. Cuando
todo yo me vuelco hacia Dios, cuando todo yo vacío todo mi interior y lo
comunico intencionalmente, deliberadamente, a Dios, cuando yo me vacío de todos
estos contenidos, expresándolos, cuando yo me vacío de mi yo personal, entonces
es cuando queda sitio para que Dios me llene de Él, entonces es cuando puedo
sentir una vida nueva que me penetra, que me transforma y me dirige. Ésta es la
auténtica oración, y toda oración que no se haga así no es verdaderamente
oración.
Abrazo tu
bello SER alma hermana!!!
Johana Vazquez
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